Huevo Yoni de Cuarzo Rosado
Son de piedra de cuarzo rosado 100% natural, incluye perforaciones para colocar un hilo de ecocuero entremedio.
Son un mineral vaginal que tiene unos increíbles beneficios a nivel físico, emocional y sexual.
Medidas: 4cm x 2,5cm
Estos huevos ya se usaban en la antigua china por concubinas del emperador, y eran las mejores amantes del imperio. Mediante una técnica taoísta introducían el huevo en la vagina y con los músculos del suelo pélvico se suben hasta la parte más alta. Vamos, lo que venimos a llamar ejercicios Kengel.
Para usarlos es tan fácil como introducirlos suavemente en la vagina y realizar los ejercicios oportunos para el tema que queramos tratar. Algunos de los beneficios se consiguen simplemente usándolos mientras duermes. Son los que aporta el mineral en sí y no su peso, evidentemente.
Lo normal es usarlos durante tres semanas y descansar otra, haciéndola coincidir con el periodo. Así, unos tres meses para alcanzar todos sus beneficios, pero ya a demanda de la usuaria. Tú mejor que nadie conoces tu cuerpo y sus necesidades.
Vamos a enumerar sus beneficios mas importantes:
Ser consciente de ti y de tu musculatura vaginal. Esto es fantástico de cara al trabajo del parto y en su recuperación. Y también te ayuda en tu sexualidad, tus orgasmos serán mas intensos, y durante el acto sexual puedes jugar con tu pareja.
La libido, la confianza y la autoestima aumentan considerablemente.
Previene la sequedad vaginal, incontinencia, flaccidez, atrofia, migrañas…
Ayuda a equilibrar el ciclo menstrual, la regulación hormonal, y con problemas como fibromas, quistes, menstruación dolorosa…
Presiona puntos de reflexología, aumentando la vitalidad, empoderamiento, energía vital.
También te conecta con tu energía sexual como fuente de sanación, transformación, desbloqueo y liberación.
Es muy importante asegurarse de que use piedras naturales como esta de cuarzo rosado, para tener las propiedades de los minerales y sobre todo, por higiene. Siendo naturales se pueden esterilizar sin problema hirviéndolas en agua. De esa forma, no quedarán virus o bacterias y evitamos alguna infección.